Yo le pedí que fuera claro, que me despejara todas las confusiones.
Pero él vivía en tinieblas en oscuridades profundas que ni él entendía.
Me llevaba, me arrastraba a esa inestabilidad a tal punto de creer que ese caos era normal.
Me mareaba con contradicciones yo caía, creía y me volvía a golpear.
Solía pensar que así debía ser, que ese mundo tan volátil, efímero era para mí.
Lo que él ofrecía a los minutos se desvanecía y yo intentaba juntarlo para unir algo, para sentir que no perdía tanto.
Invertí todo, puse las expectativas por encima de tus sentimientos.
Pensaba llegar hasta donde nunca estuve con vos, pretendí que entendieras esa magia, que no juegues mas juegos vacios, que dejes de lado lo abstracto y seamos reales.
Y no me fui hasta el final, hasta que no me dolió, hasta que no sentí que todo fue una fantasía miserable.
Que no tenía alma y que nada tenía que ver conmigo.